Luz
Para poder encender un horno, se necesita de
una fuente que produzca fuego. Podemos tener un fósforo y también la caja que
los contiene, pero si no friccionamos uno con otro, no podríamos obtener la
chispa que deseamos para encenderlo.
En esta vida, los hijos de Dios, jugamos
el papel de un fósforo, porque Dios ha puesto en nuestras vidas lo necesario
para poder alumbrar y brillar. A su vez, nuestro Padre, es la fuente de luz que
produce brillo e ilumina nuestro camino, pero, ¿Es posible que exista esa luz
si no hay oración?, ya que ésta es nuestra chispa.
Claro, puede ser posible, porque Dios puso
algo diferente en nuestras vidas cuando nos creó. Puedo imaginarlo con tanto
amor y dedicación pensando en cada cualidad, en cada característica que
tendríamos cada uno de sus hijos, y una de ellas, es esa luz.
Fuimos creados para sobresalir, no para estar escondidos o encajar con
el mundo.
En otras palabras, la luz no puede dejar de existir en nosotros, pero, tristemente, déjame decirte que esa luz si se puede opacar, porque estamos en un mundo que contiene pecado, en un mundo malo, en donde la misma sociedad te indica que es más fácil adaptarse al resto, que ser la diferencia. Por eso, yo quiero que reflexiones si es suficiente con la luz que Dios puso en ti cuando te creó, que, posiblemente, esa luz ya haya bajado su intensidad por no haberla alimentado y desconectarte de quien es la Luz, ¿o crees que es necesario poder conectarte y entablar una relación diariamente con la fuente de luz?, para que tu brillo no se apague, sino cada día resplandezca más.
¿Qué puedes hacer para que tu
luz brille más fuerte que nunca? Busca a Dios, él hará que tu identidad en Él quede
clara e intacta. Cuando nosotros aprendemos a dejar todo en las manos de Dios,
eso se ve reflejado.
¿Quieres
conectarte con esa luz?, sea primera vez, o estés regresando al camino que te
lleva hacia él, déjame decirte que tú puedes y admiro el valor que tienes para
tomar esa decisión, no estás solo, no estás sola, solo recuerda: tienes todo lo
necesario para poder brillar bonito, porque eres hijo e hija de Dios.
Ethel Santizo.
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