Luz

Para poder encender un horno, se necesita de una fuente que produzca fuego. Podemos tener un fósforo y también la caja que los contiene, pero si no friccionamos uno con otro, no podríamos obtener la chispa que deseamos para encenderlo. En esta vida, los hijos de Dios, jugamos el papel de un fósforo, porque Dios ha puesto en nuestras vidas lo necesario para poder alumbrar y brillar. A su vez, nuestro Padre, es la fuente de luz que produce brillo e ilumina nuestro camino, pero, ¿Es posible que exista esa luz si no hay oración?, ya que ésta es nuestra chispa. Claro, puede ser posible, porque Dios puso algo diferente en nuestras vidas cuando nos creó. Puedo imaginarlo con tanto amor y dedicación pensando en cada cualidad, en cada característica que tendríamos cada uno de sus hijos, y una de ellas, es esa luz. Fuimos creados para sobresalir, no para estar escondidos o encajar con el mundo. En otras palabras, la luz no pu...