Dios permanece
También meditaba cuando Sadrac, Mesac y Abed-nego son llevados frente a Nabucodonosor y éste les dijo que honraran y adoraran la estatua de oro, pero ellos con valor le respondieron que Dios los iba a librar del horno de fuego ardiendo, pero también dice la Biblia que si Dios no los librase, ellos iban a morir sin adorar a su estatua de oro, en este punto se me hace interesante que ellos dijeron con fe y seguridad que no se iban a postrar ni honrar una estatua de oro, no iban a inclinarse delante de un dios falso y estuvieron dispuestos a morir creyendo firmemente en sus convicciones.
En ambos casos, Dios pudo haber intervenido, pudo haber redargüido el corazón de los hermanos de José y no hubiese pasado nada de lo que aconteció, de igual manera, Dios pudo haber tocado el corazón de Nabucodonosor y haber dejado libres a los tres muchachos, pero, ¿por qué Dios no intervino? pensemos por un momento en el lapso de tiempo que existió entre el pozo y el camino a Egipto, el viaje debió haber durado un tiempo suficiente para que José se preguntara porqué Dios no intervino, tomemos en cuenta que solo era un muchacho, joven y a esa edad tenemos tantas preguntas por hacernos; mientras los sirvientes de Nabucodonosor calentaban el horno, los tres muchachos veían con sus ojos su probable muerte de frente, podemos darnos el beneficio de imaginar que en algún momento ellos siguieron adelante, siguieron caminando sin saber a donde Dios los estaba llevando, o siquiera si Dios se acordaba de ellos, pero estos personajes no dejaron de creer en Dios, más adelante sabemos que Dios si estuvo con José en todo momento y que en medio del horno de fuego, Dios protegió a nuestros protagonistas.
Existen muchas ocasiones en donde Dios guarda silencio, por un momento se aparta del protagonismo para dejar que los hombres y mujeres actúen, en nuestra humanidad no somos capaces de entender los planes o propósitos que Dios tiene, muy probablemente eso es lo que nos llega a afligir o angustiar, no escuchar o ver a Dios, pero recuerda que Él permanece contigo, a dondequiera que vayas, no se ha apartado de ti ni de tu familia, yo sería incapaz de decirte cuales son los planes de Dios o el porqué Dios ha permitido que pasen cosas en nuestras vidas que no llegamos a entender, solo te puedo decir, sostente de la barca, aférrate a sus promesas, no te sueltes de su mano, en medio de la tormenta sigue creyendo, será difícil atravesar el desierto, sí, pero hay una tierra prometida que nos espera adelante.
Ten ánimo, no desmayes, si te sientes cansado, descansa en sus palabras, Dios es nuestro refugio y nuestro socorro.
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegaras. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador.
Isaías 43:2-3
Is.
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